viernes, 29 de mayo de 2009

La Sed Insaciable

Decir adiós... La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso

Amar y amar toda la vida,
y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...

Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.

Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.

Porque en sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.

Y en esta angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombre de otra boca
en cada boca que se besa.


José Angel Buesa

miércoles, 27 de mayo de 2009

Carta sin Fecha

Amigo: sé que existes, pero ignoro tu nombre.
No lo he sabido nunca ni lo quiero saber.
Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre,
que es el único modo de hablar de una mujer.

Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Si es más mía que tuya, lo saben ella y Dios.
Sólo se que hoy me quiere como ayer te quería,
aunque quizá mañana nos olvide a los dos.

Ya ves: ahora es de noche. yo te llamo mi amigo;
yo, que aprendí a estar solo para quererla más;
y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo;
y tú, que no lo sabes, no la despertarás.

¡Qué importa lo que sueña!. Déjala así, dormida.
Yo seré como un sueño sin mañana ni ayer.
Y ella irá de tu brazo para toda la vida,
y abrirá las ventanas en el atardecer.

Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino.
Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar,
y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino,
ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar.

Y pasarán los años favorables o adversos,
y nacerán las rosas que nacen porque sí;
y acaso tú, algún día, leerás estos versos,
sin saber que los hice por ella y para ti....



José Angel Buesa

martes, 26 de mayo de 2009

Los poemas que posteo son para cortarse las venas.

Así me dijo un amigo, pero en realidad no creo que sean para cortarse las venas, la verdad creo que Buesa (aunque espero postear de otros poetas) ha sido un poeta subvalorado aun por su propio Cuba quizá, leí en algún lugar que uno de los poemas más bellos es un poema de Pushkin pues cuando leí el poema de Pushkin no lo consideré tan bueno como los de Buesa, bueno pero para gustos los colores, porque la poesía de Buesa ha sido y es considerada por algunos como algo fofa y no llena el espíritu literario de las personas, solo me recuerdo de las críticas que le hicieron a Becquer en sus inicios con esa poesía tan mediocre y que después repetiríamos muchísimas veces los que hablamos español y al final resulto que el fulano era un poeta incomprendido en su tiempo y que ahora se le considera un buen poeta, bueno pero Buesa no le lleva muchos años de diferencia a Becquer, es decir no son cientos de años los que pasaron entre ellos sino pocos años.
Creo que así como los catadores de licor, de vinos y de otras cosas saben diferenciar muchas características de ellos, así a los que nos gusta la poesía algunas veces encontramos algo en un poeta que nos llama la atención de su poesía. Buesa es simple, entendible, digerible, y con esa característica picardía caribeña, en donde se puede sentir los amaneceres en las islas, ese sabor a brisa marina y el dolor que provoca la sal en una herida.
A veces pienso que quizá no sea apta para personas que están enamoradas, que no son correspondidas, o que han perdido recientemente a su pareja, porque a ellos creo que si les dan ganas de cortarse las venas “con hojas de lechuga”.


Putiadas en sección de comentarios por favor

lunes, 25 de mayo de 2009

Canción del Amor Lejano

Ella no fué, entre todas, la más bella,
pero me dió el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más; y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Acaso fué porque la amé de lejos,
como una estrella desde mi ventana...
Y la estrella que brilla más lejana
nos parece que tiene mas reflejos.

Tuve su amor como una cosa ajena
como una playa cada vez más sola,
que unicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en cántaro sediento,
como un perfume que se fué en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fué lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dió el amor más hondo y largo...
Nunca fué mía. No era la más bella.
Otras me amaron más ... Y, sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.



José Angel Buesa

domingo, 24 de mayo de 2009

Poema Del Fracaso

Mi corazón, un día, tuvo un ansia suprema,
que aún hoy lo embriaga cual lo embriagara ayer;
Quería aprisionar un alma en un poema,
y que viviera siempre... Pero no pudo ser.

Mi corazón, un día, silenció su latido,
y en plena lozanía se sintió envejecer;
Quiso amar un recuerdo más fuerte que el olvido
y morir recordando... Pero no pudo ser.

Mi corazón, un día, soñó un sueño sonoro,
en un fugaz anhelo de gloria y de poder;
Subió la escalinata de un palacio de oro
y quiso abrir las puertas... Pero no pudo ser.

Mi corazón, un día, se convirtió en hoguera,
por vivir plenamente la fiebre del placer;
Ansiaba el goce nuevo de una emoción cualquiera,
un goce para el solo... Pero no pudo ser.

Y hoy llegas tu a mi vida, con tu sonrisa clara,
con tu sonrisa clara, que es un amanecer;
y ante el sueño más dulce que nunca antes soñara,
quiero vivir mi sueño... Pero no puede ser.

Y he de decirte adiós para siempre, querida,
sabiendo que te alejas para nunca volver,
Quisiera retenerte para toda la vida...
Pero no puede ser! Pero no puede ser!



José Angel Buesa

Poema Del Regreso

Vengo del fondo oscuro de una noche implacable,
y contemplo los astros con un gesto de asombro.
Al llegar a tu puerta me confieso culpable,
y una paloma blanca se me posa en el hombro.

Mi corazón humilde se detiene en tu puerta
con la mano extendida como un viejo mendigo;
y tu perro me ladra de alegría en la huerta,
porque, a pesar de todo, sigue siendo mi amigo.

Al fin creció el rosal aquel que no crecía
y ahora ofrece sus rosas tras la verja de hierro:
Yo tambien he cambiado mucho desde aquel día,
pues no tienen estrellas las noches del destierro.

Quizás tu alma esta abierta tras la puerta cerrada;
pero al abrir tu puerta, como se abre a un mendigo,
mírame dulcemente, sin preguntarme nada,
y sabrás que no he vuelto ... ¡porque estaba contigo!


José Angel Buesa

sábado, 23 de mayo de 2009

Poema Del Renunciamiento

Pasaras por mi vida sin saber que pasaste.
Pasaras en silencio por mi amor, y al pasar,
fingire una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamas lo sabrás.

Soñare con el nacar virginal de tu frente;
soñare con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñare con tus labios desesperadamente;
soñare con tus besos ... y jamás lo sabrás.

Quizas pases con otro que te diga al oido
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amare más que nunca ... y jamás lo sabrás.

Yo te amare en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!




José Angel Buesa

Canción de la Lluvia

Acaso está lloviendo también en tú ventana;
Acaso esté lloviendo calladamente, así.
Y mientras anochece de pronto la mañana,
yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mi.

Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo,
sintiendo que despierta su ternura de ayer.
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo,
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.



José Angel Buesa

Balada Del Loco Amor

I

No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.
No, Amor no llega tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.
Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.



Amor, el niño loco de la loca sonrisa,
viene con pasos lentos igual que viene a prisa;
pero nadie está a salvo, nadie, si el niño loco
lanza al azar su flecha, por divertirse un poco.
Así ocurre que un niño travieso se divierte,
y un hombre, un hombre triste, queda herido de muerte.
Y más, cuando la flecha se le encona en la herida,
porque lleva el veneno de una ilusión prohibida.
Y el hombre arde en su llama de pasión, y arde, y arde
Y ni siquiera entonces el amor llega tarde.

III

No, yo no diré nunca qué noche de verano
me estremeció la fiebre de tu mano en mi mano.
No diré que esa noche que sólo a ti te digo
se me encendió en la sangre lo que soñé contigo.
No, no diré esas cosas, y, todavía menos,
la delicia culpable de contemplar tus senos.
Y no diré tampoco lo que vi en tu mirada,
que era como la llave de una puerta cerrada.
Nada más. No era el tiempo de la espiga y la flor,
y ni siquiera entonces llegó tarde el amor.



José Angel Buesa

Canción Del Amor Prohibido

Solo tu y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frio,
porque nadie sospecha que es falso tu desvio,
ni cuanto amor esconde mi gesto indiferente.

Solo tu y yo sabemos porque mi boca miente,
relatando la historia de un fugaz amorio;
y tu apenas me escuchas y yo no te sonrio...
y aun nos arde en los labios algun beso reciente.

Solo tu y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacio,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y asi dos orillas tu corazon y el mio,
pues, aunque las separa la corriente de un rio,
por debajo del río se unen secretamente.

José Angel Buesa

viernes, 22 de mayo de 2009

ACUÉRDATE DE MÍ

Cuando vengan las sombras del olvido
a borrar de mi alma el sentimiento,
no dejes, por Dios, borrar el nido
donde siempre durmió mi pensamiento.

Si sabes que mi amor jamás olvida
que no puedo vivir lejos de ti
dime que en el sendero de la vida
alguna vez te acordarás de mí.

Cuando al pasar inclines la cabeza
y yo no pueda recoger tu llanto,
en esa soledad de la tristeza
te acordarás de aquel que te amó tanto.

No podrás olvidar que te he adorado
con ciego y delirante frenesí
y en las confusas sombras del pasado,
luz de mis ojos, te acordarás de mí.

El tiempo corre con denso vuelo
ya se va adelantando entre los dos
no me olvides jamás. ¡Dame un recuerdo!
y no me digas para siempre adiós.


José Ángel Buesa